Es increíble la cantidad de información que podemos extraer
de una simple viñeta. Y cuando digo podemos, me refiero a todos. Porque no creo
que haya nadie incapaz de ver más allá
de lo meramente explícito. Si pensara de esa forma, no tendría mucho sentido
estar aquí, ¿No?
La viñeta de los dos niños dialogando, esperando con ansia
llegar a octavo curso para saberlo todo, nos ha dejado ver otras formas o
maneras de comprender. Porque… ¿Qué
manera de entender/comprender la educación tienen estos niños? La idea de
pensar que al llegar a octavo curso sabrán todo, es decir, abarcaran o sabrán
todo el conocimiento, se corresponde con
un modo o manera de ver las cosas,
surgida de varios factores, entre ellos el propio nivel cognitivo en el que se encuentra los niños (Correspondiente a
su edad) y los diferentes contextos a los que han estado expuestos que han dado
forma a esa idea. Como bien diría Piaget, estos niños se encontrarían en el nivel
de operaciones concretas.
Si ellos hicieran una autoevaluación, seguramente se
ceñirían a coger el índice del libro, y copiar aquellos apartados de los que ya
se han examinado. Esto es así porque se tiene un concepto acumulativo, o mejor
dicho, cuantitativo del saber o conocimiento. Los diferentes contextos y
situaciones, harán que con el paso del tiempo estos niños no piensen de esa
manera, o quizá sí lo hagan, pero de distinta forma.
Sabemos que hay diferentes
tipos de aprendizaje, que subyacen de las diferentes concepciones o maneras de entender nuestro alrededor.
Algo que tiene relación con aquello a lo que ya hice referencia en el post
anterior ¿Es el contexto quien determina la acción, o la acción la que
determina el contexto? En una gran mayoría de nuestras sesiones, hacemos un
análisis para recordar sesiones anteriores, atendiendo, eso sí, a tres niveles;
Qué, cómo y por qué. Que es lo mismo
que atender a tecnología, metodología y
epistemología, correspondientemente. El paso de un nivel o pregunta a otra,
implica cambios en la forma de pensar, entender y comprender, pero ¿Qué tipo de cambios? ¿Cómo detectamos ese
cambio? ¿De qué nos sirve detectar ese cambio? Como futuros maestros/as,
considero de vital importancia esta tarea que habitualmente llevamos a cabo. Si
queremos atender a nuestro contexto/alumnado, y nos vamos a dirigir a ellos,
tenemos que detectar en qué nivel se encuentran. ¿Han entendido lo que he
explicado? ¿Cómo se que lo han entendido? Lo difícil es detectar o saber ver,
qué es lo que me indica el cambio, el cambio o transición entre el no entender
una explicación, y entenderla. Ser sensibles al cambio, notarlo.
Preguntarse el porqué
de las cosas, o experimentar un cambio epistemológico,
responde a un nivel superior a los dos anteriores correspondientes. Yo pienso,
que notar esto en nosotros, no es igual de importante que notarlo en los demás.
Eso sí, el notarlo o experimentarlo nosotros nos ayuda a tener una vara de
medir. Es algo que se corresponde con la metáfora utilizada en las primeras
sesiones, la metáfora de sumiller. Un
sumiller sabe detectar cuál es un buen vino, sus distintos matices, olores, texturas, cuerpos, etc. Todo ello le es
mucho más fácil de detectar, si ha podido comparar unos con otros. Si yo soy
capaz de detectar en mí esos cambios complejos (Por qué/Epistemológicos), que
responden a una manera de comprender o integrar conocimiento, me será más fácil
de ver en los demás esos cambios.
Dichos cambios responden a un modo superior de entender las cosas, desde un
punto de vista integrador e interdisciplinar. Donde los conocimientos surgen de
manera espontánea, y no son incorporados.
Por último, con respecto al tema de las viñetas, la
interpretación que damos al porqué esos niños piensan de esa manera, responde a
un nivel sociocultural y cognitivo.
El primero esta creado e influenciado por la forma de pensar de los que le
rodean. Como dijo mi compañera Marta, si le enseñan que si aprueba significa
que sabe, acabará pensando que el conocimiento es algo cuantitativo. Cognitivamente
podríamos decir, que no están preparados para pensar en un nivel superior de
entendimiento de esa educación. Con esa edad, según Piaget, estarían más en un
nivel propio de operaciones concretas.
La posterior visualización de un video, me hizo profundizar
y conectar aún más con todo aquello que llevamos trabajando en las últimas
sesiones. El video mostraba la particular forma de dar clase de una profesora.
Ella se alejaba de lo estipulado y
se acercaba a la demanda de sus alumnos, todo ello bajo un conocimiento total
acerca de lo que se hace. Daba la sensación de que estaba improvisando a medida
que avanzaba la clase. Pero comentamos que improvisar, la palabra y el concepto
improvisar están equivocados. No
improvisa quien quiere, sino quien puede.
Tras la visualización del video, formamos grupos para
identificar los posibles retos y apoyos, tanto de la profesora, como de los
alumnos.Al hablar de los retos y apoyos de profesora y alumnos,
surgen muchas incógnitas. Muchos de nosotros criticaba ese método basado en la
``improvisación´´. Improvisar para mí responde a una necesidad que genera tanto
el entorno como el individuo. Improvisar significa ser sensible a los cambios, a lo que los alumnos demandan, en
definitiva, a analizar el contexto. Y por otro lado, responde a tener un objetivo claro, de ahí que la palabra
improvisación tenga comillas. Pues el concepto que tenemos de improvisar, es
que no sabemos a dónde nos va a llevar.
Esto hace que yo comentara en clase, a raíz del comentario de un compañero
acerca de cómo enseñar improvisadamente a nadar a sus alumnos. Dije en voz
alta, que en mi opinión, tener un
objetivo no justifica una improvisación. Una improvisación tiene que tener
en cuenta dónde quiero llegar, y de qué
me quiero alejar. Es cuando puse el ejemplo de la clase de geografía. La
profesora tiene un objetivo claro,
que no es otro que dar los apartados del tema que le corresponden en esa
sesión. Ahora bien… ¿Podría improvisar
con ese objetivo? Para mi ese concepto de improvisar tiene que tener en
cuenta donde quiero llegar y de que me quiero alejar. Para mí la manera que
hemos visto en el video de improvisar, tiene una característica determinante como es atender al contexto. O lo que
es lo mismo, atender a la demanda de todo aquello que nos rodea. Es aquí cuando
pienso que de la misma forma que no tiene sentido hablar para que no se nos
entiendan. Qué sentido puede tener marcarme como objetivos en una clase, que yo
tenga que dar la economía, la población y la cultura de un continente sea lo
que sea, sin pararme a ver si mis alumnos lo han entendido, o ni siquiera
importarme. ¿Cuáles pueden ser nuestras motivaciones ante una clase que no se
nos tiene en cuenta? ¿Y las motivaciones de dicho/a profesor/a? ¿Cuáles serán
nuestros retos, y nuestros soportes de apoyo?
Tener un objetivo, no es lo mismo que tener una finalidad.
Mi objetivo puede ser aprobar una asignatura, sea como sea. Sin embargo, puede
que no tenga ninguna finalidad. ¿Qué finalidad puede tener en una carrera
aprenderme los contenidos de memoria sin integrarlo? En mi opinión ninguna. Los
profesores se ciñen a todos los niveles de nuestra vida educativa, a una
programación y guía. Ellos tienen que dar las 15 termas al finalizar el curso.
El ritmo es el que es, lo sigas o no. Esto hace que no se tenga para nada en
cuenta a los alumnos, no hay tiempo. El sistema es cruel e insensible, no
percibe ni tiene en cuenta a los alumnos ¿Tenía entonces razón
Maquiavelo, y el fin justifica los medios? ¿Tener un objetivo claro justifica
que de la clase de una u otra forma con tal de cumplirlo, sacrificando así el
contexto?
Hablando del contexto, hace no mucho, en una tertulia radiofónica
que escuche, un experto criminalista hablaba sobre la posibilidad de que el
contexto indujera a las personas a
cometer crímenes. Más concretamente, hablaba de casas marcadas por la tragedia,
en las que con distintos inquilinos, conocedores todos ellos de los sucesos
acaecidos, se repetían las tragedias ¿Es en este caso el contexto quien
determina la acción? ¿O por el contrario la acción del individuo la que
determina el contexto? Esto último, correspondería con la predisposición surgida de la manera de entender e integrar todo
aquello que le rodea al individuo. El experto criminalista, tras toda una vida
dedicada a este ámbito, que ni era la casa la que inducia al individuo a matar,
ni era la acción del individuo la que impregnaba de un contexto la casa, sino
que existía una simbiosis reciproca entre ambos que hacía que la trágica historia
se repitiera una y otra vez. Con esto quiero pensar que el contexto que
nosotros creemos como profesores en una clase, va a ser uno de los factores que
va a propiciar el acercamiento de nuestros alumnos al conocimiento. Pero que
sin duda, la mentalidad de los alumnos, entendida como su manera de interpretar
e integrar lo que le rodea, también es determinante. De esta forma, no solo les
serviría a los alumnos con identificar un contexto en el que discriminar
(Venimos a clase para sentarnos, callarnos, y escuchar al profesor, y si hago
los deberes apruebo).
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